La "Ley de Littlewood"

John Littlewood era un matemático especializado en la Teoría de Números. Con sus estudios el físico y también matemático Freeman Dyson buscó desacreditar la idea que el mundo tiene de los milagros ya que para él su existencia es una cuestión de simple estadística: “con una muestra de datos lo suficientemente amplia, cualquier evento fuera de lo normal podría suceder”. Así pues la llamada “ley de los milagros de Littlewood”  establece que en el curso de la vida de cualquier persona normal hechos extraordinarios suceden a un ritmo de aproximadamente uno por mes. El argumento de la ley es simple: Durante el tiempo que estamos despiertos y activamente comprometidos en vivir nuestras vidas (él puso como cifra unas ocho horas cada día), vemos y escuchamos cosas que suceden a una velocidad de uno por segundo. Entonces, el número total de eventos que nos suceden es de aproximadamente 30,000 por día, o un millón por mes. Que algo realmente extraño suceda una vez de cada millón de veces, no es tan raro y si la posibilidad de un “milagro” es de aproximadamente uno por millón de eventos, debemos esperar que ocurra uno, en promedio, cada mes. Es decir, una vez al mes nos pasa algo que sólo pasa una de cada millón de veces.

Como buen escéptico que soy, para mi esta “ley” no es necesaria para desacreditar el concepto “religioso” de milagro: si con mil millones de personas con una cámara de fotos y video en el bolsillo, nadie ha podido ofrecer una prueba irrefutable de algo que desafíe las leyes de la Naturaleza tal y como las conocemos, para mi queda demostrado que los milagros, al menos en el presente, no existen (ni los ovnis con hombrecitos grises que se pasean por el cielo ni los místicos levitando ni las apariciones marianas) porque si existieran habrían sido grabados. Pero sí es cierto que los eventos extraordinarios son mucho más numerosos de lo que pensamos y que se pueden explicar con la estadística

Littlewood no llegó a conocer el actual siglo,  creo que las posibilidades de la “ley” que lleva su nombre hoy mínimo se duplicarían porque las redes sociales nos han abierto la puerta a la vida de otras personas y a muchos sucesos. Podemos esperar que sucedan «milagros» regularmente, porque en un mundo con 7 mil millones de personas, la mayoría interconectadas, las probabilidades de un evento “milagroso” son bastante buenas. Es decir, podemos esperar sucesos extraños con relativa frecuencia. Otro punto de vista es que precisamente por estar sobreinformados, aunque haya más, dichos eventos nos parecen cada vez menos extraordinarios. Es decir, estamos normalizando cosas que hace unos años nos hubieran parecido muy muy raras.


Quizás por eso en tan poco tiempo se han asumido los absurdos (según la lógica más elemental y cotidiana durante siglos) tipos de interés negativos de la deuda: alguien necesita dinero y yo le pago intereses por quedarme con sus deudas, que eso sea “normal” es de hecho un milagro y aún lo es más que esto no sea algo puntual -como pasó en 2012 con la deuda alemana en plena crisis de la Eurozona- sino cotidiano, Billones de dinero procedente del ahorro de millones de personas se están invirtiendo en esta trampa financiera... 

Ejemplos hay muchos, sólo quería hacer este breve post porque si buscáis en Wikipedia sobre eta "ley", la entrada es errónea entre otras cosas porque Littlewood murió en 1977 y no cita a Dyson que fue el que le dio ese nombre, y me parece injusto que al menos mis lectores, no sepan la verdad sobre este curioso pensamiento.

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