(Por olvido propio, esta empresa no fue incluida en la última edición de mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)
Seguramente el nombre de Feodor Ingvar Kamprad no os
diga nada pero este sueco, nacido en 1926 en una de las zonas más pobres del
país, fue el fundador de la mayor empresa de muebles de la actualidad. Sus
buenas notas, a pesar de su dislexia, llevaron a su padre a regalarle un dinero
en 1943, y con él fundó una empresa llamada IKEA, cuyo origen es que las dos
primeras letras (I y K), son las iniciales de su nombre y apellido, y las dos
últimas (E y A), son los nombres de la granja (Elmtaryd) y el pueblo
(Agunnaryd) donde había crecido. Pero no nació como empresa de muebles sino de
ventas por correspondencia, en realidad el joven Feodor se dedicaba desde niño a
comprar cerillas al por mayor y venderlas al por menor; y como se le daba bien,
cuando fundó su empresa aumentó el número de objetos (desde árboles de navidad
a lápices) con los que arbitraba. Por ese camino podría haber inventado Amazon…
En 1948 vende su primer sillón y se da cuenta del buen
margen que obtiene comprando este tipo de objetos a productores locales y
vendiendo por correo. En 1951 es cuando edita su primer catálogo de muebles
(con 68 páginas), algo que se convirtió en icónico -el número de ejemplares de
su tirada anual se acercaba al de la Biblia- y cuya edición impresa duró hasta
2021. La idea le vino porque desde el primer momento él mismo dibujaba los
productos que tenía en venta para ofrecérselos a los clientes. Ese año montó
una exposición en un taller de Älmhult para que la gente pudiera venir a
ver, e incluso a probar sus muebles antes de comprar, otra novedad que se ha
mantenido hasta ahora. Su filosofía era ofrecer productos a bajo precio y de
alta calidad al eliminar intermediarios y reducir al mínimo el costo de la
fábrica al punto de venta; si bien quizás su mayor logro, y lo que le
diferenció de la competencia, es el paquete plano, algo que se achaca a una
empleada que compró una mesa, no le cabía en el coche, y desmontó las patas
para podérsela llevar. Los productos de auto montaje demostraron ser populares
y la solución a esos costosos problemas de transporte. Además, según han
demostrado estudios posteriores, los clientes valoran más un mueble que montan
ellos mismos que otro que compran ya hecho, por lo que se añade un valor
añadido a un ahorro de costes para la empresa.
En 1958 es cuando inaugura su primera tienda física y su éxito es muy grande. En 1963 ya se había abierto una sucursal en la capital -Oslo- de la vecina Noruega. Sin embargo, su éxito provocó muchos recelos en otras empresas convencionales del sector, que intentaron boicotear su expansión presionando a sus proveedores locales. Este es el motivo de que ya en aquella década, adelantándose de nuevo a algo que luego fue muy habitual, empezara a encargar productos a proveedores de Asia, a los que pasaba el diseño deseado para su elaboración.
En 1960 Kamprad se dio cuenta que los clientes salían
de su tienda en Älmhult a la hora de comer y se iban a un restaurante o a un
puesto callejero, interrumpiendo el proceso de compra. Además, pensó que con
hambre compran menos por lo que montó un puesto de café y platos fríos primero,
y luego instaló un microondas (en aquel año era una gran novedad) lo que amplió
la oferta a platos calientes… y hasta la actualidad.
En 1965 en la sede de Estocolmo había un día tanta
gente comprando que los empleados invitaron a los clientes a que se atendieran
ellos mismos, desde entonces se instauró la costumbre de que sólo se atiende a
quien lo pide, dejando pasear a la gente por la tienda sin incentivarles a que
compren, otra novedad. Eso sí, las tiendas se diseñan para que un cliente,
aunque vaya buscando un solo producto, vea todos los demás. Otra de sus
técnicas comerciales más conocidas es lo que llaman Bulla Bulla: meter
cientos de productos amontonados en grandes recipientes. Esto da la sensación
de que son muy baratos.
Expansión
Hasta 1970 sólo había abierto tiendas en las vecinas
Dinamarca y Noruega, pero en esa nueva década se expande fuera de Escandinavia,
destacando el pujante mercado alemán. En 1980 empieza un sistema de franquicia
para acelerar la expansión internacional a menor coste. Hoy hay más de 400
tiendas por todo el mundo, y un millón de puestos de trabajo sumando directos e
indirectos (tiene más de 1500 proveedores de 50 países). De sus más de 12.000
artículos de su actual catálogo, el más vendido de la historia ha sido la
librería BILLY. Por cierto, los nombres, que tan raros nos parecen al ser en
sueco, tienen un sistema: los artículos de salón, como los sillones, los sofás
o las mesas de comedor, son de ciudades suecas. Las alfombras son
localidades rurales; y los artículos de baño, ríos y lagos. El material de
oficina tiene nombres masculinos. Las telas y cortinas, de mujer. Y los
complementos para niños, de animales.
En 1994 se descubrieron las amistades nazis de Kamprad
y su afinidad ideológica con aquel movimiento durante su juventud, lo que le
llevó a disculparse con sus empleados judíos y asegurar que fue “el mayor
error”. Es la mayor polémica de su vida pero no la mayor de Ikea, a la que se
acusa de utilizar una fundación benéfica como dueña del holding al que
pertenece la empresa para pagar menos impuestos y utilizar sedes tan sospechosas
como las Antillas holandesas. Por un lado, presume de usar materias primas de
comercio justo, de su política de igualdad para los empleados, de sus continuas
campañas benéficas, de dar facilidades a sus empleadas madres… pero “abusa” de
la ingeniería fiscal para abonar menos impuestos.
Kamprad, que fue uno de los hombres más ricos del
mundo (falleció en 2018), era famoso por su forma de vida austera, incluso por
lo visto no era difícil encontrárselo en el autobús. Sus cuatro hijos (una,
adoptada, con su primera mujer, y los otros tres con su segunda) son los que
gestionan la empresa. En cuanto a España, su presencia es relativamente
reciente, al menos en la Península, ya que abrió en 1978 en Gran Canaria y en
1981 en Tenerife pero hasta 1996 no abrieron la tercera, en Barcelona.
Actualmente tiene veinte establecimientos.