10 años ya, ¿Y ahora qué?

Continuando con el décimo aniversario del comienzo de la crisis del que hablamos hace poco, el presente no pinta mal ya que si miramos los datos macro ésta parece superada a nivel global y en concreto en las mayores economías el PIB está en máximos, así como el PIB mundial, y la tasa de paro en Japón, Alemania, Reino Unido, los EUA… está en zona de mínimos históricos:

y en su conjunto el mundo parece estar mejor ahora que hace 10 años. Pero claro, si rascamos vemos que hay muchas naciones, España por ejemplo, que se han quedado atrás y que hay millones de personas, especialmente en Europa y los EUA, que viven peor y que además tienen la sensación de ofrecer un peor futuro a sus hijos. Y sin rascar nada, vemos el gran elefante en la habitación: la deuda. Hoy trataremos de ella.
Es evidente cómo se han superado las dificultades financieras estos años: los bancos centrales han ayudado con sus políticas ultra-expansivas a abaratar el endeudamiento tanto con bajadas de tipos de interés como con inyecciones de liquidez como con aumentos de sus balances. Es decir, el sistema ha seguido vivo y se ha recuperado gracias a más deuda y ésta ha podido ser absorbida gracias a unas políticas nunca vistas antes, que se están prolongando mucho más de lo que se esperaba y de las que no conocemos sus consecuencias a medio y largo plazo aunque hayan sido evidentes los beneficios a corto.
En mi opinión, el mayor riesgo de que haya tanta deuda, concentrada además en emisores públicos, es lo que pasará cuando llegue la próxima crisis, ya que siendo el modelo el mismo y habiendo sido cíclicas hasta ahora, no hay motivo para pensar que no vendrá otra pronto. España puede ser un gran ejemplo: nos hemos mantenido, y a duras penas, gracias a aumentar la deuda pública en 700 mil millones de € en 10 años, algo que pudimos hacer, incluso antes de la ayuda del BCE, porque el ratio deuda/PIB era del 40%. Ahora que lo tenemos en el 100%, ¿Cómo sobreviviremos a la siguiente recesión, de dónde sacaremos recursos cuando acabe este ciclo expansivo? Es decir, el objetivo es reducir la deuda y la pregunta es cómo
El método alemán, quizás el ideal pero difícilmente exportable, es seguir creciendo sin déficits, de este modo el ratio deuda/PIB se reduce, y así ha pasado allí. Por desgracia es un caso casi único.
Otra opción es el método japonés: su banco central lo compra todo y no tiene ningún plan de finalizar esas compras, asume que su deuda pública supere el 200% del PIB (el doble si incluimos las privadas) sin remordimiento. Todo es una gran mentira porque el BOJ crea dinero de la nada con la excusa de que lo que compra será devuelto pero nunca se devuelve ya que se renueva antes de que venza. Es tentador pero también parece difícilmente exportable: allí los japoneses financian con sus propios ahorros (a veces hasta pagando intereses por la deuda que compran) al estado y apenas necesitan inversores extranjeros. Para mi es una bomba de relojería que acabará estallando.
Entre medias de estas dos opciones se encuentra lo que está haciendo la FED hace tiempo y el Banco de Inglaterra desde hace menos y se supone acabará haciendo BCE: cuando la economía lleve un tiempo mejorando, dejarán de comprar activos, subirán tipos y reducirán balances hasta volver a una situación similar a la de hace 10 años. Muy muy complicado que esto ocurra antes de que haya otra crisis y además tiene otro problema: debido al alto coste del estado del bienestar en Europa, para nosotros es mucho más difícil que para los EUA mejorar las cuentas públicas y reducir los déficits presupuestarios sin la ayuda de un banco central que reduzca el coste en intereses de nuestra deuda pública.
Esto es lo que se está haciendo, la próxima semana veremos un par de opciones más radicales para reducir la deuda o más bien convivir con ella, que están muy relacionados con la no-independencia de los bancos centrales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Keynes, la Bolsa y las pensiones

Keynes es probablemente el economista más famoso e influyente de la historia aunque, como suele pasar, muy poca gente lo ha leído; lo cual n...