Historia económica: el Nixon Shock

Así es como se denomina a una serie de medidas que el -posteriormente defenestrado- presidente norteamericano tomó hace más de medio siglo, siendo la más importante la del 15 de agosto de 1971, cuando en un discurso televisado anunció que estaba "cerrando la ventana dorada". Eso implicaba finalizar la convertibilidad del dólar en oro (a una tasa fija de 35 dólares la onza), rompiendo el vínculo milenario entre el dinero y los metales preciosos. Para entender la importancia histórica de aquella decisión hay que viajar un poquito más atrás en el tiempo, también en verano, en plena Segunda Guerra Mundial.

Entre el 1 y el 22 de julio de 1944 se logran los acuerdos de Bretton Woods (un complejo hotelero en los EUA) que serían la base de la economía que llegó después (incluida la decisión de fundar el FMI y el Banco Mundial). 44 países los firmaron –un año antes del nacimiento de la ONU, lo que ejemplifica la importancia que le dieron- y en ellos se establecía al $ como moneda de referencia de la economía global. Rusia, que estuvo en la reunión, finalmente no firmó pero eso no lo evitó: la mayoría del mundo debía dinero en $ a los EUA y eso no cambiaría en décadas puesto que iba a financiar la reconstrucción de Europa. Se estableció un cambio fijo de 35$ por cada onza de oro y de las principales divisas mundiales respecto al $ y de este modo, cualquier banco central del mundo con 35$ podía exigirle a los EUA que les dieran su onza de oro. Lo cierto es que el mundo entero se vio inundado por $ gracias a inversiones, créditos, guerras como la de Vietnam que dispararon el gasto… Una situación muy parecida a la actual en la que la pandemia ha elevado los niveles de deuda y la emisión de dinero sin respaldo. De hecho, partes del discurso de Nixon suenan muy actuales:” “Debemos crear más y mejores empleos (…) debemos detener el aumento del costo de vida; debemos proteger al dólar de los ataques de los especuladores monetarios internacionales”.

El francés De Gaulle criticó que los EUA tuvieran tanto privilegio ya que lo cierto es que se calculaba que sólo el 20% de los $ en circulación estaban respaldados por oro y su política monetaria, manejada sólo por ellos, afectaba a todo el globo. De esta forma, una pérdida de confianza súbita podría provocar un pánico bancario global. Pero la crisis no llegó por eso. En 1971 los EUA tuvieron déficit comercial por primera vez en el siglo XX por culpa de tener su moneda tan cara. Los países europeos comenzaron a cambiar los dólares sobrevalorados por marcos alemanes y por oro. Cuando Francia y Gran Bretaña demandaron a los EUA la conversión de sus excedentes de dólares en oro, la respuesta pilló por sorpresa al mundo económico: el presidente Richard Nixon impidió las conversiones del dólar, devaluándolo en la práctica. Así consiguió que las exportaciones estadounidenses fuesen más baratas y alivió el desequilibrio comercial. Desde ese momento, el valor de las monedas pasó de un sistema de cambios fijos a fluctuar a cada momento tal y como lo conocemos hoy. Es decir, nació el mercado forex que nos hemos acostumbrado a manejar. Y de nuevo, y aunque sobrevivió muchos años, un cambio fijo de valor entre dos monedas, decidido arbitrariamente por políticos, fracasó.

Al ser el dólar aún la principal moneda de reserva del mundo, los estímulos tanto fiscales como monetarios de su gobierno y su banco central siguen teniendo una gran importancia y, como hace 5 décadas, saben que nadie les va a impedir tomar las decisiones que mejor les parezcan a sus intereses, aunque ese coste salpique al resto del mundo. Nixon pudo hacer lo que hizo porque a nadie le interesaba cuestionar al dólar, ahora la situación es muy parecida pero no exactamente igual. Como se pregunta el profesor de Historia de la Universidad de Princeton Harold James: “¿Pueden las ventajas únicas de Estados Unidos perdurar en un momento en que su participación relativa en la economía mundial se ha reducido, están surgiendo nuevos poderes económicos, el orden internacional se ha vuelto frágil y la política interna de Estados Unidos tiende hacia la desconexión global?” y se responde “El dólar originalmente ganó preeminencia en un contexto de fuerte demanda global de un activo profundo, líquido y seguro, lo que implica que el surgimiento de activos alternativos seguros podría terminar con la primacía del dólar.”

El yuan, el euro, las criptomonedas… amenazan el liderazgo del $. Pero en mi opinión su reinado seguirá vigente porque el resto de monedas fiduciarias tienen los mismos defectos y peor implantación mientras que las criptos, en mi opinión, estarán limitadas tanto por las normativas gubernamentales como por la competencia de las divisas digitales impulsadas por los propios bancos centrales. No tengo dudas que la decisión de Nixon fue un robo mayúsculo de los EUA hacia el mundo, ya que redujo el valor de todas las reservas de todos los bancos centrales al devaluar el activo principal que las componía: el dólar. Sin embargo, el uso de la divisa y el prestigio económico de los EUA apenas se vieron afectados y no difiere mucho con lo que los programa de quantitative easing de los últimos años han provocado en las economías más ligadas al $ como la de los exportadores de crudo o China. De hecho, se calcula que 7 de cada 10 dólares está en manos de extranjeros. Nos encontramos con el recurso de la devaluación de la moneda sin perder prestigio ni solvencia, exactamente lo mismo que obtuvo Alemania de la crisis del euro pero también con un ejemplo claro de que se pueden romper las reglas del juego prácticamente de un día para otro y no por ello originarse conflictos bélicos ni enemistades… si el que lo hace es una gran potencia. La enorme influencia que esa decisión de 1971 tuvo en la crisis inflacionista de pocos años después aún hoy es objeto de debate académico y no es mi objetivo entrar en la polémica, sólo resaltar las similitudes con la situación actual de auge de la inflación tras años de política monetaria ultra-expansiva que jamás hubiera podido ocurrir con el patrón oro. 

En cualquier caso, en un mundo con más deuda que oro, volver a ese patrón resulta impensable y, si bien sería deseable una vuelta a la ortodoxia monetaria, no hay un interés real del mundo económico y político en ello, más bien lo contrario. Hay quien cree que una mayor inflación podría cambiar esto pero soy muy escéptico. La economía es confianza, y no percibo a nadie desconfiando de los activos denominados en $ por más que el balance de la Fed haya crecido durante años con dinero salido de la nada. El billete verde sigue reinando, Wall Street y los bonos del Tesoro norteamericano siguen siendo de los activos más demandados del mundo y el camino iniciado por Nixon parece tener un solo sentido. Aunque también es cierto que nada dura para siempre…

El origen de Famosa, la marca que siempre asociaremos al portal de Belén

      (esta historia no está incluida en mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)

Entre los productos navideños más relacionados con España está el cava, el turrón… y las muñecas de Famosa, nombre que recuerda a un adjetivo pero que en realidad procede de un acrónimo.

Empecemos por el principio: Onil es un (no tan) pequeño pueblo de la provincia de Alicante adscrito al partido judicial de Ibi (quizás algo más conocido por el gran público) que durante toda su historia se había dedicado a tareas agrícolas. Sin embargo, hacia la séptima década del siglo XIX y tras derogarse el régimen señorial, empezó una actividad artesana que, nadie sabe muy bien por qué, se centró en los juguetes. De este modo surgió a principios del siglo XX una actividad industrial que pretendía combatir la emigración hacia zonas costeras y grandes ciudades de la población joven del municipio. No obstante, el proceso fue lento y las fábricas con instalaciones eléctricas no llegaron hasta la década de 1920, destacando que en ellas había mujeres trabajando, algo poco habitual en el país. Y para no extendernos mucho más, la Guerra Civil y la postguerra fueron durísimas y para intentar salir de la mala situación económica, y aprovechando el clima -tímidamente- aperturista del régimen franquista de aquellos años, en febrero de 1957, 25 talleres y empresas jugueteras del pueblo fundan Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil S.A. (es decir, F.A.M.O.S.A., que pronto perdió los puntos y se quedó como único nombre comercial).

Hacia mediados del siglo pasado las muñecas, que empezaron haciéndose de barro y más tarde de una mezcla de barro y cartón (conocida como cartón-piedra), se encontraron con un nuevo material de construcción mucho más manejable y, por tanto, más económico: el plástico. Pero la inversión inicial necesaria para comprar las máquinas era alta, y quizás ese fue el motivo del nacimiento de Famosa. En cualquier caso fue una decisión muy inteligente. No obstante, los inicios no fueron fáciles ya que la calidad del plástico que podía conseguir España en aquellos años era tan mala que las primeras muñecas amarilleaban apenas salían de su envoltorio. La primera muñeca con nombre propio lanzada por la nueva empresa se llamó Guendolina, hecha de poliestireno de alto impacto, en 1967 crea peluches Quirón intentando ampliar su gama y no centrarse sólo en el plástico. Sin embargo, su primer gran éxito se basó en este material y fue la muñeca Nancy en 1968, que apostaba por el realismo en las expresiones. El negocio ya se estaba encauzando, y en 1969 aparecen Barriguitas, pequeños muñecos que, a lo largo de los años, han tenido infinidad de accesorios y conjuntos. La empresa fue aumentando su fabricación y ventas, destinando parte de los beneficios a publicidad, ahí destacó el gran éxito de su anuncio televisivo de 1972 con la musiquilla “las muñecas de Famosa se dirigen al portal”. Esa década fue quizás la mejor para Famosa, ya que en 1977 aparece la familia de muñecos Nenuco, quizás el cénit de la compañía, que aún tuvo algún triunfo más como los Pinypon en 1983. Quizás su último gran éxito fue en 1992 la distribución de Micromachines.

Pero los cambios en los gustos de los consumidores (las niñas también iban prefiriendo los videojuegos a las muñecas) y la competencia internacional, llevó a que las 20 familias propietarias que quedaban -que ya habían empezado a encargar la producción de juguetes a China- vendieran la empresa en 2002 a un grupo de inversores; en 2003 entró como socio importante la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que ayudó a financiar la compra de una licencia para producir muñecos de los personajes de dibujos animados de Disney, sin demasiado éxito. En 2005 el principal accionista era el Banco de Santander (que había entrado en el capital por ser el dueño de la mayor parte de las deudas de la compañía), momento en el que la mayor parte de lo producido ya estaba hecha en China. Ese mismo año se crece con compras: Feber (juguetes) y Play by Play (peluches) y en los siguientes años se relanzan las Nancy (2006, más estilizadas), los Barriguitas en 2007 y en 2009 los Pinypon… todo sin demasiado éxito. La Gran Recesión iniciada en 2008 dejó muy tocada a Famosa que en 2010 fue adquirida por el fondo de capital riesgo estadounidense “Sun Capital” que mantiene la marca y monta una fábrica en México hasta que vuelve a vender la empresa que, desde 2019, es una división de la juguetera italiana Giochi Preziosi.

Famosa, cuya sede social ya no está en Onil (se encuentra en el polígono industrial Las Atalayas de Alicante ciudad) sigue siendo una compañía líder juguetera en España que, además de las instalaciones productivas y logísticas en Alicante y Monterrey (México), cuenta con filiales en Portugal (Oporto), Francia (París), Italia (Milán), México (México D.F.), Puerto Rico (San Juan), y China (Hong Kong).


Falsos mitos sobre los ricos

Refiriéndose a la anterior crisis escuché hace años un monólogo de un humorista canadiense que decía: “Ante una crisis tan grave como la actual no queremos políticos ni de uno ni de otro signo, lo que necesitamos es reunir en una sala a los hombres más ricos del mundo… ¡y robarles todo lo que tienen!”.

En su momento me hizo mucha gracia pero con el tiempo me he dado cuenta que algunos creen que en serio esa puede ser una solución. Y no hablo de tuiteros desaforados sino de personas con responsabilidad de gobierno, y con la complicidad de otros que saben lo infantil de esa creencia pero no se oponen a medidas auténticamente confiscatorias que se toman basadas en ella. No debería hacer falta recordarlo pero incluso tomando toda la riqueza de los más ricos del planeta no sólo no arreglaríamos los problemas económicos del mundo, además sería contraproducente ya que la inmensa mayoría de los ricos actuales lo son porque tienen empresas exitosas que sin ellos al frente y sin la motivación de obtener beneficios, una vez confiscados, es casi seguro que no lo serían tanto.

Tampoco debería hacer falta apuntar que el mayor porcentaje de la riqueza de estas personas no está en efectivo, está en activos (acciones, propiedades, arte…) que ante una expropiación –a todas luces ilegal, sería un robo aunque ese ya es otro tema- desplomarían su precio por lo que nunca se podría recaudar la cantidad que se pretende. Si a esto sumamos el pánico que una medida así provocaría cualquiera puede imaginar que las consecuencias económicas serían exactamente las contrarias de las que se supone se pretenden.

Y es que hay multitud de mitos erróneos sobre los ricos. Muchos creen que los ricos lo son porque crean pobreza. Y es que en una economía cerrada, que no crece, la existencia de ricos provoca más pobres porque sólo hay una limitada porción de riqueza que repartir. En la Edad Media, donde había un estancamiento tanto tecnológico como comercial y la posesión de tierra era casi el único bien productivo, un acaparamiento de ésta por determinados linajes generaba miseria. Todo eso cambió con el comercio, los descubrimientos y los avances tecnológicos. Si bien la gran transformación llegó con la Revolución Industrial. Y en la actualidad sabemos que en la mayoría de los casos la creación de riqueza por una persona no sólo no causa pobreza a nadie sino todo lo contrario. No es una teoría, tenemos por ejemplo el caso de China: todos los ricos que han ido surgiendo en las últimas décadas han coincidido con una reducción enorme en el número de pobres del país. Una vez más, dato mata relato.

Aún puede uno cruzarse con personas que te sueltan “el problema del sistema en el que vivimos es que los ricos necesitan que haya pobres”, ¿Cómo es posible que una idea tan absurda siga siendo tan común? Pues sigue siendo otro mito bastante vigente. Supongo que viene del inicio de la Revolución Industrial cuando la pobreza llevaba a aceptar puestos de trabajos de muchísimas horas, sin fines de semana y con sueldos miserables. Quizás en tiempos de Cuentos de Navidad de Dickens sí que llegó a ser cierto que los ricos deseaban que hubiera pobres, no lo sé. Pero si llegó a pasar, hace mucho que ya no. Y sólo hay que utilizar la lógica para deducirlo: los ricos de la actualidad son los dueños de multinacionales como Tesla, Amazon, Apple, Microsfot, Inditex...Lo que necesitan son consumidores con buenos sueldos y no personas sin recursos. Nada les gustaría más que los africanos tuvieran el poder adquisitivo de los europeos en lugar de vivir en un continente pobre. A mayor riqueza mundial, mayor consumo y por tanto mayor beneficio para ellos. Es de cajón.

A cualquier ministro de Hacienda, sea de la ideología que sea, lo que le interesa es que haya muchos ricos que hagan muchos negocios muy rentables para así quedarse con un porcentaje de esa riqueza vía impuestos. Pensar que hay gobiernos que no quieren eso es otro mito, cuando Irlanda –o Madrid- baja impuestos no lo hace para recaudar menos sino para atraer más actividad económica y con ello ingresar más, y además les lleva saliendo muy bien mucho tiempo. Incluso cuando Montoro aplicó en España la polémica amnistía fiscal lo hizo –como cuando por las mismas fechas ejecutó la misma medida un partido de izquierdas como Syriza en Grecia- buscando una mayor recaudación. Y Montero sigue el mismo camino: las mal llamadas Tasas Tobin y Google son un ejemplo si bien lo más llamativo es que somos el único país europeo que grava patrimonio, sucesiones y rentas del ahorro a la vez. Pero repito, el éxito de todas estas medidas dependerá de la actividad económica.

Poco se recaudaría si no hubiera ricos, que a pesar de su escasez suponen un gran porcentaje de los ingresos en cualquier tipo de impuesto, y si los hay es básicamente porque ha funcionado la democracia del consumidor. Si los creadores de Google son más ricos que los de Yahoo es porque cientos de millones de personas han elegido a uno en vez de a otro, del mismo modo hay empresas que quiebran porque no consiguen vender suficiente y otras no.

Somos los ciudadanos los que en estos tiempos hacemos ricos a la mayoría de los que lo son, sólo un porcentaje mínimo lo es por actividades no relacionadas con el consumo. Incluso lo podemos ver en los deportes: nadie puede afirmar que el talento de un futbolista de éxito sea mayor que el de la mejor gimnasta artística del mundo pero el gusto del público es el que determina que Messi fuera el primer contribuyente de España mientras otros muchísimos atletas, incluso con récords, no pasan de ser clase media. Lo mismo se puede decir en otras actividades como la música, los consumidores no premiamos el talento musical sino el del artista que mejor conecta con nuestros gustos. Y a éste (generalmente un cantante pop y no el mejor oboe de la mejor orquesta del mundo) es al que acabamos convirtiendo en rico. Nosotros.

Otro tema es que, en un mundo tan globalizado, es mucho más fácil que una multinacional pague menos impuestos que una pyme, y eso debería combatirse. Pensar que es fácil o que un solo gobierno puede hacerlo es otro mito falso. Algo que mucha gente no sabe es que Apple, a pesar tener una posición de liquidez enorme, emite deuda. Y no poca. ¿Por qué hace eso si no necesita más dindero? Porque la inmensa mayoría de ese efectivo lo tiene fuera de los Estados Unidos y si lo repatria debe pagar impuestos. Le sale más a cuenta endeudarse a los tipos actuales que traer al país el dinero que tiene fuera. Este creo es un buen ejemplo de cómo ni el país más poderoso de la Tierra consigue que sus multinacionales paguen los impuestos que sí pagan las empresas locales. Por eso sin coordinación internacional cualquier subida fiscal en un país como España lo que genera es que acaben pagando más impuestos los locales y se acabe dañando la economía, igual que las subidas de impuestos a “los ricos” acaban siempre suponiendo más presión fiscal para la clase media. 

Walmart, el origen de la empresa con más empleados del mundo

     (esta historia no está incluida en mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)

Walmart no es muy conocida en España porque no es uno de los casi 30 países donde tiene establecimientos pero los números de esta empresa son enormes: es el líder mundial del comercio minorista con unas 11 mil tiendas físicas y, según la lista FortuneGlobal500, es la corporación privada con mayores ingresos del mundo, puesto que ha ocupado desde 2002, con la excepción de 2006 y 2009. Por si fuera poco, también es el mayor empleador privado del planeta (y el tercero total tras los ejércitos estadounidenses y chino), con más de 2 millones de empleados.

El fundador de esta multinacional nació en 1918 en Oklahoma (Estados Unidos) y su nombre es Samuel Moore Walton. Aunque durante muchos años fue el hombre más rico de su país, sus orígenes fueron modestos ya que es hijo de granjeros, un negocio tan poco fructífero que su padre dejó la granja y volvió a su antigua profesión de agente hipotecario cuando Samuel era un niño, lo que motivó un traslado de la familia a Misuri primero -donde se convirtió en el Eagle Scout más joven del país, lo que denota habilidades para la supervivencia- y a otros puntos del país después. Como adolescente ganó dos títulos estatales en baloncesto y fútbol americano (era quarterback) y fue estudiante de honor en la secundaria. Como su juventud coincidió con la Gran Depresión, además trabajó para ayudar económicamente a su familia, ordeñando vacas (y a veces vendiendo leche), repartiendo periódicos y ofreciendo suscripciones a revistas. También estuvo en el mercado laboral -por ejemplo de camarero- mientras estudiaba economía en la universidad y tres días después de graduarse, ya estaba empleado como gestor en prácticas en una tienda de Iowa de la cadena de supermercados JC Penney, puesto que abandonó por la entrada de su país en el conflicto bélico. En plena Segunda Guerra Mundial trabajó en una planta de municiones y se alistó llegando al grado de capitán aunque sin llegar a pisar un campo de batalla, ya que se desempeñó en inteligencia del ejército supervisando aspectos de seguridad. En 1943 se casa con la hija de un banquero con la que posteriormente tuvo cuatro hijos.

En 1945 deja el ejército y con 5.000 dólares de ahorros propios y 20 mil de su suegro, abre una franquicia en Newport (Arkansas). En ella experimentó con alguna de las novedades que pondría en práctica en Walmart (y que hoy hacen todos los supermercados) como resaltar los productos de precios bajos en las estanterías, colocar productos de alta rotación cerca de las cajas registradoras, o cerrar más tarde que la competencia, especialmente en épocas de mayor consumo como Navidades. Su éxito le lleva a tomar más franquicias, a tanta distancia en kilómetros, que incluso compró un pequeño avión de segunda mano para poder acceder a ellas. En 1962, y junto a su hermano pequeño Bud -que había sido piloto en la Guerra- y la ayuda financiera de su suegro, ya contaba con 15 tiendas franquiciadas y una propia aunque la primera Wall-Mart Discount City (su primer nombre) no llegaría hasta el 2 de julio de ese año, en la ciudad de Rogers (Arkansas). El nombre estaba dividido por un guion porque era la suma de las primeras tres letras del apellido del fundador más la palabra mart (mercado), aunque pronto se uniría en una sola palabra.

Su planteamiento era el de priorizar los productos nacionales y la apertura de sus tiendas en pequeñas ciudades, con una competencia limitada y donde pronto se convertía en el establecimiento principal de la localidad. Sus precios eran tan ajustados gracias al gran volumen de sus compras y la reducción de costes en logística (paralelamente, en Alemania Aldi hacía algo similar), con un servicio propio de camiones. Durante años se ha estudiado el “efecto Walmart” como influencia económica y social allí donde abría tiendas, estando abierta la polémica sobre si es positiva (mayores empleos, mejores infraestructuras) o negativa (pérdida de negocios tradicionales y de diversidad para el consumidor), sin llegarse a una clara conclusión.

En 5 años ya tenía 24 establecimientos, todos en Arkansas, y en 1975 ya contaba con 125 distribuidas en siete estados que ya eran 882 en 1985, año en el que a revista Forbes nombra a Sam Walton como el más rico del país. Gran parte de su crecimiento se debió a compras de rivales, lo que también haría posteriormente en muchas ocasiones para acelerar su expansión internacional. Desde 1972 cotiza en la bolsa de New York siendo una inversión excepcionalmente rentable para sus accionistas que han vivido este año un nuevo máximo histórico en su cotización, lo que también hace muy ricos a la familia Walton, que sigue manteniendo en su poder casi la mitad de la compañía. Cuando Samuel Walton murió, en 1992, Walmart tenía 1.960 tiendas y 380.000 empleados y se había convertido el año antes en la cadena minorista más grande de Estados Unidos. Esto es impresionante pero lo cierto es que su mayor expansión ocurrió tras su fallecimiento (en 1994 desembarca en Canadá y en 1995 abrió sus primeros establecimientos en América del Sur). Su figura es estudiada en las escuelas de negocios y no podemos olvidarnos de su frase más famosa: "Sólo hay un jefe: el cliente. Y puede despedir a toda la gente de la empresa, del presidente al conserje, simplemente llevando su dinero para gastar en otro lugar".


Los orígenes de Bluesky, ¿la alternativa a X?

    (esta historia no está incluida en mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)

En el libro ya conté los comienzos de Twitter, esa red social que siempre ha estado implicada en polémicas dada su influencia. Esto hace que, como les pasa a otros medios -incluso tradicionales, en España podemos poner el ejemplo de los periódicos El Mundo o El País- aunque no sea un negocio rentable, sea codiciado por muchos. Uno de ellos fue Elon Musk, que lo adquirió y le cambió el nombre a X. Otros han optado por crear alternativas, como Mastodon en 2016, Threads en 2023 o Bluesky, que en la actualidad es la red que más crece, impulsada por la creencia, cada vez más extendida, de que la red social de Musk ha sido clave en la victoria de Trump sobre Harris. Así pues, en un movimiento que a día de hoy es imposible saber si tendrá continuidad, hay muchos “tuiteros” (y empresas y medios) que están migrando a Bluesky, a veces compartiendo ambas redes, a veces dejando atrás, en principio para siempre, la cuenta de X. Pero, ¿qué es bluesky? Pues podemos resumirlo en una frase: es Twitter sin Musk. El parecido es asombroso, es como una copia, y eso tiene una explicación muy fácil: Bluesky nació dentro de Twitter, como un proyecto personal -en 2019- del cofundador Jack Dorsey.

Dorsey, de familia inglesa y católica, nació en 1976 en Misuri, Estados Unidos, y desde muy joven se interesó por la tecnología y, más en concreto, por la programación (a los 14 años creó un software de código abierto de logística que se comunicaba con taxis en tiempo real). Aunque estudió en universidades de Misuri y Nueva York, se trasladó a California, donde estaba el meollo de los negocios en red. Él fue el que escribió el primer tuit de la historia el 21 de marzo de 2006: “Just setting up my twttr” (solo ajustando mi twttr) y fue su primer director ejecutivo, realizando esa y distintas labores en la empresa hasta 2021. Él era el CEO de la empresa cuando Twitter tomó la polémica decisión de silenciar la cuenta de Donald Trump tras los sucesos de enero de 2021 en el Capitolio. Se le acusó de censor y de ser parcial (Dorsey nunca escondió sus preferencias por el partido demócrata) aunque él lo zanjó con un tuit: «Si la gente no está de acuerdo con nuestras normas y su aplicación, simplemente puede irse a otro servicio de Internet». Paralelamente a sus funciones directivas en Twitter, en 2009 funda Square, una plataforma de pagos para pymes (aunque también ha ofrecido otros servicios financieros como la negociación en criptomonedas), que ahora se llama Block (término relacionado con la tecnología blockchain) y que cotiza en el Nasdaq desde 2015. También es conocido por su fe en el Bitcoin, y este mismo año profetizó que el bitcoin valdrá “al menos un millón” en 2030. Por cierto, en marzo de 2022 vendió ese primer tweet del que hablábamos antes, como NFT (token no fungible) por 1,630.58 Ethereum (con un valor de casi 3 millones de dólares en ese momento), convirtió las ganancias a bitcoin y las donó a un fondo de ayuda para el Covid-19 en África.

El caso es que Bluesky no nace como red social alternativa, sino como intento de dar a los usuarios un control total de su identidad online, ¿Cómo? Permitiendo a los usuarios de redes sociales trasladar sus cuentas, sus mensajes y sus seguidores a redes sociales de la competencia. Su intención era que si alguien se daba de baja en Facebook, Reddit, Twitter incluso, pudiera llevarse consigo lo que había dejado en ellas. No parece que Dorsey (que se salió de la junta directiva de Bluesky hace apenas unos meses) tuviera interés en hacerla rentable (algo que ya le criticaron mucho en su etapa de CEO de Twitter, la poca eficacia en monetizar tanta influencia y tantos millones de usuarios) puesto que aunque contrató empleados ya en 2021, y en diciembre de 2023 ya se podía ver el contenido sin darse de alta, hasta el 6 de febrero de 2024, sólo se podía ingresar en Bluesky por invitación.

La directora ejecutiva de Bluesky, que lleva en el cargo desde 2021, es Lantian Graber, nacida en 1991 en Oklahoma hija de una china acupunturista -emigrada unos años antes- y un suizo profesor de matemáticas. Ingeniera de software, pronto se implicó en proyectos cripto si bien en 2019 fundó una web para conectar a los usuarios que se conocieron en eventos y permitirles publicar y comentar las reacciones, orientando su trabajo hacia las redes sociales y la competencia (según ella reconoció) a Facebook. En ese año es cuando Dorsey la incluye en el proyecto Bluesky. Su trabajo convence tanto a Dorsey como al CEO de Twitter que le sustituye -Agrawal- y ambos le ofrecen dirigirlo en solitario en 2021. Y es ella la que exige la escisión y que sea una empresa independiente de Twitter: «No se puede crear un protocolo descentralizado que vayan a adoptar muchas partes si pertenece en gran medida a uno de los actores existentes».

Fue un acierto pues tras la llegada de Musk a finales de 2022 cierra el grifo de la financiación (aunque gracias a la adquisición les correspondieron 13 millones de dólares) y la promesa de usar la tecnología de Bluesky para los usuarios de Twitter. Poco a poco el propósito original de Bluesky cambia radicalmente y se va convirtiendo en la red social más similar a Twitter (parece un calco) y quizás la más amenazante para ella. Esto se vio con mucha claridad el 31 de agosto de 2024 cuando un juez prohibía X en Brasil y de repente un millón de usuarios de ese país se dieron de alta en Bluesky. Y con la victoria de Trump y el anunciado nombramiento de Musk como miembro de su gobierno, el proceso se está acelerando.


La gran diferencia entre el dinero y los activos

Una cosa es el dinero y otra los activos. Un activo es cualquier bien que se puede convertir en dinero, pero sólo es dinero cuando se convie...