Batallitas del abuelo Cebolleta

La familia Cebolleta es una historieta creada por el dibujante Vázquez, la cual apareció por primera vez en las páginas de la revista EL DDT en 1951. Entre los miembros de la familia destacaban sobre todos el abuelo Cebolleta, que con su enorme barba blanca y su interminable verborrea (“en cierta ocasión, iba yo al frente de mis cipayos, cuando, bla,bla, bla….”), se convertiría en uno de los más recordados hasta el punto que al imaginario colectivo le ha quedado la expresión “historias del abuelo Cebolleta” para referirse a historias del pasado en las que el relator es protagonista.
Yo voy a hacer de Abuelo Cebolleta aprovechando que vivimos momentos claves, para recordar dos momentos históricos que yo he vivido en mis años trabajando en los mercados financieros:
1) El día 28 de diciembre de 1993 apareció en la pantalla de información de Reuters (de Internet ni se sabía y Reuters era casi monopolística en los mercados financieros) “Suspendidas las acciones de Banesto por el artículo 33″. Siendo como era el día de los Santos Inocentes y añadiendo lo de “por artículo 33″ muchos lo tomamos como una coña, aunque ya desde primera hora el precio de las acciones caía con fuerza.

Hay que recordar que pocas semanas antes JP Morgan había colocado entre sus clientes una ampliación histórica -por su tamaño, 1100 millones de €, y porque era la mayor inversión extranjera en un banco español- de capital de Banesto y muchos medios -totalmente manejados por Mario Conde como por ejemplo entonces Antena3 TV, recuerdo un Telediario que trató 15 minutos de este tema con elogios de todo tipo- colocaban al banco español como ejemplo en el mundo financiero internacional. Además, Banesto era con diferencia el banco español más activo en los mercados de divisas, de derivados, de depósitos…mucho más que otros bancos más grandes.
Pero resultó que la verdad es que, con ampliación y todo, tenía un agujero patrimonial de 2700 millones de los actuales €, y que el artículo 33 de la CNMV existía y la noticia era totalmente seria. Recuerdo que luego me enteré que 1 minuto antes de la suspensión nuestro analista técnico compró acciones de Banesto “porque estaban muy baratas”.

2) El 11-S de 2001, justo después de haber comido, toda la oficina tranquila y de repente alguien dice que pongamos Reuters TV (avances tecnológicos, además de noticias tenían TV, luego la quitaron por deficitaria, la competencia de Bloomberg les hizo mucho daño) que una avioneta se había estrellado en Nueva York. Los índices bursátiles (a esa hora sólo estaban abiertos los europeos) perdían los avances (ese día por la mañana amanecieron rebotando algo) pero tampoco era nada extraordinario (desde mayo del 2000 que la bolsa cayera era algo cotidiano), lo que era sorprendente eran las compras de deuda pública.

Al poner Reuters TV para ver la información coincidió justo con el segundo avión estrellándose. Lo vi en directo pensando que estaban repitiendo el choque anterior pero como ya entonces especulaba con mi dinero (y recuerdo tenía unas Jazztel) y me di cuenta que ni era una avioneta ni era un accidente, llamé a mi banco, di la orden de venderlas y el broker me comentó: “No sé qué pasa pero ha sido vender tú y todo se ha quedado sin compras”. Como veis aún tardaban minutos en llegar las noticias y la información era un arma mucho más exclusiva que ahora (gracias a Internet y las conexiones telefónicas de gran velocidad no ocurre como antes que unos pocos podían aprovecharse de conocer algo antes que los demás, al menos no en tanta proporción).

El caso es que el pánico se desató, las bolsas caían sin piedad en medio de rumores y noticias, que si habían atacado el Pentágono, que si la Casa Blanca, nadie entendía por qué no cerraban las bolsas y los futuros de bonos no paraban de subir de precio (bajar de rentabilidad)… entonces nos dijeron que en la City londinense estaban desalojando porque creían era un objetivo y mi empresa, que estaba al lado de la Torre Picasso, decidió en pleno irse: Total, EUA no iba a abrir y sólo había operaciones en los mercados electrónicos. Yo me bajé a un bar, también cercano a la Torre Picasso, a ver la TV y comentarlo con la gente, jamás pensé que nadie atacara un rascacielos de Madrid.

(por cierto, en las Torres Gemelas murió un excompañero mío inglés que un año antes se fue a un broker multinacional de divisas que le envió a Ciudad de México y -ante la inseguridad ciudadana de allí- había solicitado y conseguido el traslado a Nueva York, a las oficinas del World Trade Center, unas semanas antes… qué ironía, ¿verdad?)

Estos fueron dos momentos de crisis que se supo en el momento por qué sucedieron e incluso quienes eran los culpables. Ambos resultaron positivos para los mercados porque uno consiguió que se endureciera el control de Banco de España sobre la banca y el otro provocó que los bancos centrales se pusieran de acuerdo en tomar medidas para acabar con una crisis económica que aún negaban, si bien ya tenía más de un año.

Por el contrario, la actual crisis ha sido escalonada, mes a mes, no ha venido de golpe, las explicaciones acerca de su origen son muy variadas y tiene tantos culpables que incluso algunos de ellos son los que se están encargando de arreglarla…y todo apunta que será buena para los mercados ya que aumentará la regulación y el control sobre determinadas prácticas y para algunas bolsas está resultando un acicate alcista ya que las norteamericanas han tocado máximos históricos.

Ahora nos queda la duda de si será buena para la economía… dando por hecho -por supuesto- que acabará algún día…


Extraído de un artículo propio publicado hace casi 4 años: http://www.euribor.com.es/2009/01/12/batallitas-del-abuelo-cebolleta

1 comentario:

  1. Saludos, Droblo. Aquí otro abuelo Cebolleta.

    Recuerdo muy bien ambas situaciones. En la primera yo creo que todos los de esa época nos lo tomamos a coña. Y, efectivamente, el artículo 33 de la ley 24/88 (ley del mercado de valores) existía, y decía algo así como: " La Comisión Nacional del Mercado de Valores podrá suspender la negociación de un instrumento financiero en
    los mercados secundarios oficiales españoles en que esté admitido cuando concurran circunstancias especiales que
    puedan perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre ese instrumento financiero".
    O sea, que el cachondo del redactor de la LMV había hecho coincidir la potestad de la CNMV para suspender la negociación simplemnte si lo estimaba oportuno, sin mayor justificación, con el artículo 33 de la misma.

    En cuanto a lo de 2001, lo recuerdo aún con horror. La gente que yo conocía que trabajaba en las torres pudo salvarse bajando más de 50 pisos andando, pero antiguos compañeros míos, que estaban conectados de foorma permanente con los que trabajaban en los pisos más altos recibieron mensajes tan terribles como: "no podemos hablar con nuestraas familias, sabemos que vamos a morir, decidles que les queremos".

    En cuanto a mi reacción inmediata, fue casi idéntica a la tuya. Estaba en ese momento en uno de los primeros periódicos online que existían. Cuando me enteré de que se había estrellado el primero pensé : "¿cómo puede ser tan torpe el piloto?"

    Pero cuando vi estrellarse el segundo, mientras todos los redactores del periódico estaban paralizados por el horror, yo entendí que no era casualidad, me lancé a un teléfono y realicé algunas ventas antes del desplome de los mercados.
    Sef

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