Los activos fiscales diferidos consisten en apuntar en el balance de una entidad como activo el dinero ahorrado en impuestos por los activos en pérdidas aunque ese ahorro no se produce realmente hasta que la entidad vuelve a tener beneficios netos con los que compensarlas. Es decir, es como si nosotros nos apuntamos unas pérdidas que hemos realizado en bolsa como algo positivo ya que en el futuro lo podremos compensar cuando hagamos otra operación en la que ganemos. Así es la magia contable ¿Por qué es un tema importante? Porque genera un mejor balance a entidades financieras que tienen activos en pérdidas lo que ha convertido en operaciones muy jugosas la adquisición de la CAM por Banco Sabadell o la de Banco Valencia por Caixabank y se supone será lo mismo para el que compre Nova Caixa Galicia y Cataluña Caixa. Actualmente para Bankia cerca del 70% de su capital de mejor calidad (CT1) está compuesto por DTAs (Deferred Tax Assets por sus siglas en inglés), en el Sabadell representan el 60% e incluso en el Banco Santander suponen el 30%.
Las nuevas normas de Basilea III, que entrarán en vigor en 2014, obligan a las entidades a deducir de su capital estos DTAs por considerar que en caso de pérdidas o insolvencia estos activos no tienen valor por esa condición de que sólo se recuperan mediante el pago de menores impuestos en el futuro siempre que la entidad obtenga beneficios ¿Significa eso que el chollo ya no vale? Hecha la ley, hecha la trampa y los bancos han pedido al gobierno que considere estos activos tan “sui generis” como créditos fiscales para que así puedan contar como capital cara a los próximos test stress de la banca. Hacienda no sufriría por esto siempre y cuando no entre la entidad que se acoge a este cambio en proceso de liquidación. Como además los activos en pérdidas pertenecen sobre todo a las entidades nacionalizadas o a quien las han comprado con un esquema de protección de activos (EPA) que abonaría el estado, éste es el primer interesado en ese cambio. Su relevancia no es poca ya que, según los datos publicados por las propias entidades, están tratando de convertir entre 30.000 y 50.000 millones de euros de activos fiscales diferidos en créditos fiscales. Italia ya aceptó este cambio de activo fiscal diferido a crédito fiscal en 2010 y Basilea III lo aceptó por lo que el sector financiero español da por hecho que se verá beneficiado por esto lo que quizás haya ayudado a su excelente comportamiento bursátil los últimos meses ya que se hizo público este verano el principio de acuerdo entre el sector financiero y el gobierno sobre este tema. Esta artimaña puede ser clave para la banca española y el buen resultado de los tests de estrés.
PD - Hay una anécdota curiosa respecto a estos DTA´s que demuestra hasta qué punto es de hipócrita y falsa la política: en 2012 cuando Rato presentó su 2º Plan de Saneamiento a De Guindos los utilizó como argumento para justificar que en realidad Bankia no necesitaba tantos fondos ya que había 15 años para tener beneficios y compensarlos por los que se podían incluir en el capital… entonces el ministro español rechazó ese argumento. Ahora, 17 meses después, nadie duda que el gobierno los admitirá y convertirá en créditos fiscales para beneficiar a la Bankia de Goirigolzarri
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