Políticos y dilemas éticos

Quizás yo sea muy ingenuo pero no veo mala intención en la mayoría de decisiones que los políticos toman. Por supuesto se equivocan mucho si bien eso no significa que quieran fastidiarnos. No obstante, el lenguaje agresivo que utilizan entre ellos, y sus partidarios y detractores, parece indicar lo contrario. Yo no lo creo. Otro tema es si es peor para España tener gestores políticos equivocados que tenerlos malintencionados aunque eso es algo que nunca sabré porque sólo puedo juzgarlos por sus actos, no por sus intenciones que sólo puedo suponer. Hay tanta crispación y tanto hooliganismo en la política –siempre de puertas afuera, luego entre ellos eso no pasa y llegan a acuerdos, como en el reparto de puestos en el CGPJ, sin reparos- que mucha gente cree que el alcalde, el presidente autonómico o el del gobierno central que no le gusta, en realidad quiere fastidiar a los ciudadanos y otros muchos creen eso mismo del de la oposición respectiva.

No pienso así, creo que por ejemplo Sánchez tiene buena intención como la tuvo en su día Rajoy y antes ZP y antes Aznar. Incluso en sus decisiones más polémicas pienso que tuvieron en cuenta lo que ellos creyeron era el interés general. Imagino que el Juicio de la Historia, ya está pasando incluso con personas que fueron sus rivales políticos, será generosa con la etapa de Felipe González ya que en esos 13 años España se transformó mucho para mejor (en gran parte gracias a la entrada en la UE) y los problemas que dejó para los que le siguieron (algunos muy graves) apenas serán tenidos en cuenta, Aznar también pienso que tendrá buena prensa dentro de unas décadas por la entrada en el Euro a pesar de una bonanza económica sustentada en pies de barro que dejó. ZP pienso será el más criticado porque mantuvo la falsa bonanza y reaccionó muy mal a la crisis (aunque seguramente otro de otro partido también lo hubiera hecho) pero la Historia no puede olvidar que con él se acabó el terrorismo etarra. Rajoy preveo que será recordado por la recuperación económica y eso tapará todo lo negativo. Y de Sánchez aún no tengo ni idea. Lo que quiero decir es que al final con el paso de los años, uno se va dando cuenta que todos intentaron dejar un mejor país al que venía detrás.

Hace unas semanas se desató una polémica por las corbetas y las armas que España le vende a Arabia Saudí pero que tanto bien hacen a la economía española, incluyendo miles de puesto de trabajo en una de las provincias con más desempleo del país. La polémica es lícita y no es nada nueva, alguna vez he planteado aquí algo similar con las empresas tabaqueras semipúblicas de Extremadura. La solución sería no fabricar armas, o más exactamente, tener otro tipo de industria que la sustituya pero mientras eso pasa, tenemos que tomar la decisión con las circunstancias actuales, y además, como ya comenté aquí hace años, todas las actividades pueden tener connotaciones negativas y no hace falta irse a las ilegales o más polémicas: los estanqueros venden productos cancerígenos, los camareros sirven bebidas que pueden producir cirrosis, los camioneros se pasan su jornada laboral empeorando la salud de nuestra atmósfera con su emisión de gases tóxicos, un minero puede que extraiga un metal con el que quizás se fabrique la bala que matará a un niño… Podemos, reduciendo al absurdo, criticar casi cualquier actividad humana.

Por eso la decisión no es tan sencilla. Personalmente no vendería bombas a un régimen como el saudita pero sí le vendería buques teniendo en cuenta el empleo que eso genera en Cádiz y si para conseguir lo segundo hay que tragar con lo primero… el dilema no es sencillo para nadie y no creo que sea tan sencillo como bueno/malo o negro/blanco, hay -como en casi todo- muchos tonos de gris. Por supuesto es evidente que las bombas que hemos vendido a Arabia Saudí tienen una gran probabilidad de ser usadas en su participación en la guerra del Yemen pero a nivel general, hay algo que no debemos olvidar: la inmensa mayoría de las armas (misiles, buques de guerra, aviones etc.) que se fabrican en el mundo jamás se utilizan, algo que no pasa con las drogas o las bebidas alcohólicas o la comida basura que al final producen más muertes y problemas médicos en el mundo actual que los conflictos bélicos. En resumen, que si queremos ser éticos, deberíamos serlo con todo y no sólo con lo que más mala prensa tiene.

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