2 años de Trump

¿Cómo es posible que tantos analistas se equivocaran tanto al profetizar el desastre por la victoria electoral de Trump, cuando todo lo que pasó fue que unas horas después del recuento las bolsas cayeron con fuerza pero, incluso en aquella sesión, ya fueron de menos a más? Y Wall Street es sólo un síntoma, el PIB crece con una intensidad superior a la media y la tasa de paro está en mínimos de décadas. No es fácil explicarlo sin recurrir al típico “nadie conoce el futuro” pero hay factores a tener en cuenta:
  • Que las bolsas suban cuando los tipos de interés reales, a pesar de las subidas de la FED, siguen en negativo (es decir, el IPC es mayor que los tipos de interés por lo que el ahorro convencional pierde poder adquisitivo y eso anima a asumir más riesgos) con una economía en crecimiento no es nada raro. Que alcance los niveles actuales –o más bien los de hace un mes- sí lo es pero hay que tener en cuenta tres factores que han sido claves, especialmente el último año: la rebaja fiscal de Trump que ha permitido unos beneficios empresariales y una inyección de liquidez enorme entre los más ricos del país, la política agresiva de autocartera que han utilizado grandes compañías (según Goldman se llegará al billón de $ de compra de acciones propias en 2018, aunque imagino el ritmo se ha frenado y quizás por eso hayan llegado los fuertes recortes de octubre) y la subida del PIB por encima de la media histórica.
  • La subida del PIB se debe a la bajada fiscal pero también a la política exterior de Trump. Y es que el miedo a los aranceles futuros ha elevado muchísimo el acaparamiento de productos (lo que se llama un PIB hinchado debido a un aumento de inventarios) y ha agilizado muchos negocios antes de la subida impositiva (porque no deja de ser un impuesto). Esto quiere decir que estos factores, como los de la renta variable, son puntuales y podrían desaparecer muy rápido.

  • Por último, la creación de empleo ha sido enorme llegando la tasa de paro a niveles casi de pleno empleo. No obstante, no es comparable el empleo creado en los EUA con lo que entendemos en Europa ya que muchos no tienen ni seguro médico y, como se ha demostrado en otras ocasiones, se destruye tan rápido como se crea. De hecho, todos los economistas están extrañados de lo poco que suben los salarios en un país con tan poca oferta laboral “oficial” por lo que algo falla en esas cifras tan optimistas.
Todo esto, y alguna cosa más, puede explicar el buen comportamiento económico y de los mercados financieros los dos primeros años de Trump pero también nos avisa de los grandes riesgos para la economía norteamericana que su gestión ha provocado: ha alimentado la burbuja en Wall Street que más pronto que tarde estallará (algunos creen que ha empezado a hacerlo ya) con consecuencias enormes en la economía real, ha empeorado las finanzas públicas de forma notable y su política arancelaria ya está aumentando la inflación y lo hará más al encarecer el coste de adquisición de muchos productos, tanto para el consumidor final como para las cadenas de suministros de muchas compañías. La fortaleza del $, debida en parte al propio Trump pero sobre todo a la política de la FED y la debilidad del € por el lío del Presupuesto italiano las últimas semanas, tampoco ayuda a la competitividad de las grandes exportadoras norteamericanas.

En resumen, balance positivo pero muchos riesgos en el corto y medio plazo, Y a Trump aún le quedan dos años más de mandato...

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