La I Guerra Mundial y las bolsas

 Creemos que la globalización es algo nuevo pero lo cierto es que antes de 1914 el comercio internacional estaba en pleno auge y en los mercados financieros la libertad de movimientos de capitales era absoluta. La deuda que emitía Rusia se negociaba en lugares tan dispares como Ámsterdam o Nueva York y el telégrafo permitía –como hoy lo hace Internet con los minoritarios- que los grandes inversores compraran y vendieran en las bolsas de todo el mundo (entonces en los mercados financieros sólo existía Europa y los EUA) aprovechando que los cambios de divisas estaban fijados al patrón oro.

Pero hace 100 años todo eso cambió. El 28 de Junio de 1914 es asesinado el archiduque austriaco Francisco Fernando y eso desata tantas tensiones que el 28 de Julio Austria-Hungría declara la guerra a Serbia lo que moviliza el 30 los ejércitos de Alemania, aliado del primero, y de Rusia, aliado del segundo. Alemania declara la guerra a Rusia el 1 de agosto y a Francia, a su vez aliado de Rusia, el 3 de agosto. Y al atacar el 4 de agosto a Bélgica, Inglaterra le declara la guerra a Alemania. Se había iniciado la I Guerra Mundial (no fue sólo europea ya que se vieron involucradas las colonias y además acabaron participando los EUA). Por suerte, del drama humano de los más de 4 años de guerra no vamos a tratar hoy sino de algo más frívolo: ¿qué pasó con esos mercados financieros internacionalizados y esa libertad absoluta de libertad de capitales?

El miedo a desplomes bursátiles y a ventas desaforadas de deuda para conseguir liquidez para repatriar capitales de tantos inversores foráneos llevó a que las autoridades decidieran “echar el cierre” en cuanto empezó el conflicto bélico. Y fue una decisión unánime porque todos tenían los mismos temores. La bolsa de Nueva York, por ejemplo, cerró el mismo 30 de julio de 1914 a pesar de no participar directamente en la contienda y antes de las declaraciones formales de guerra. Cerró hasta el 12 de diciembre, ¡casi 5 meses! Si bien el 28 de noviembre ya reabrió, con restricciones, el mercado de bonos y el 1 de diciembre la bolsa de San Francisco. En Europa reabrieron antes: Londres y Burdeos reabrieron el 19 de septiembre y París el 8 de diciembre pero como no se podía operar por debajo del precio de cierre del 31 de julio, apenas se hacía nada. La bolsa alemana, sin embargo, no reabrió hasta diciembre de 1917. La bolsa rusa fue la peor parada: Cerró en 1914, reabrió en 1917 y 2 meses después desapareció como mercado de valores por más de 7 décadas debido a la Revolución Rusa y al régimen soviético.

¿Cómo se comportaron las acciones durante la guerra? Global Financial Data ha elaborado estos gráficos en los que incluyen las transacciones que se realizaron en el mercado gris –acuerdos de compra/venta realizados cuando las bolsas estaban oficialmente cerradas- y muestran un comportamiento dispar entre los EUA y Londres, los dos centros financieros mundiales del momento. En Nueva York primero mandó el miedo pero tras marcar unos mínimos que no se volverían a ver hasta la crisis de 1929, se comprendió que la guerra en Europa podría beneficiar a los productores estadounidenses y rebotó. Veamos 1914:



Y siguieron las alzas meteóricas hasta que los EUA entraron en la guerra (formalmente lo hizo en abril de 1917)



Sin embargo, en Londres la bolsa cayó durante el periodo de la guerra, pérdida aún más grave si tenemos en cuenta que la inflación se disparó. El motivo está en la huida de los inversores extranjeros y en la necesidad de capital para el esfuerzo bélico. Muchos inversores dejaron la bolsa para comprar deuda de guerra.


Pero más allá de las fluctuaciones cambiarias, la I Guerra Mundial acabó con esa libertad absoluta de capitales que es similar a la que hoy existe en la €zona. La desconfianza internacional, además, redujo enormemente la propiedad de acciones y bonos de otros países. Empezaron a aplicarse vetos (por ejemplo a los alemanes se les prohibió operar en la bolsa de valores de Londres) y restricciones que se unieron al mal ambiente generado por las reparaciones de guerra, la inflación, el aumento de la deuda pública, los nuevos países que no asumían las deudas de sus antecesores… Londres pasó el cetro de centro financiero a Nueva York pero ésta no consiguió igualar el papel que Londres tenía antes de la Gran Guerra. Cuando llegó la II Guerra Mundial ya no fue necesario cerrar las bolsas. Londres sólo lo hizo una semana y Nueva York un día… y fue para celebrar su final a mediados de agosto de 1945. Alemania no llegó a cerrarla tampoco.

Hay quien defiende las guerras desde un punto de vista económico; por ejemplo el esfuerzo industrial de la URSS de Stalin tras la invasión alemana convirtió al país en una superpotencia y ambas guerras mundiales llevaron a los EUA a la meca económica del planeta. No voy a entrar en esa polémica pero sí es cierto que la Guerra Mundial que se inició hace 100 años mató la globalización financiera que hoy, un siglo después y con la ayuda de una mejor tecnología, existe. Hasta 1980 no se recuperó esa libertad de capitales internacionales que existía antes de 1914 a la que se unió el bloque soviético una década después. Que cada uno opine si eso fue una consecuencia positiva o negativa…

 

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