Año nuevo, investidura a la vista

Conozco un caso de primera mano y supongo que no es demasiado raro: un hombre con tres mujeres y varios niños en una urbanización no pagan por la hipoteca al banco que no les puede echar por los niños y tampoco paga la comunidad. Ésta le ha denunciado y el juez por supuesto le ha dado la razón pero como no tienen ningún bien a su nombre (salvo el piso que es inembargable) ahí siguen… Encima los niños tienen gratis la comida del comedor escolar. La vecina de esta “familia” que toda la vida ha votado al PSOE, ahora vota a Vox. Como supondréis el hombre con tres mujeres es musulmán pero ella no es ni una fascista ni una racista, simplemente está harta de que los caraduras tengan más derechos y menos obligaciones que ella. Yo no creo que votar a Vox sea la solución pero es un ejemplo de un par de cosas: primero, que PPPSOE nos han llevado a situaciones injustas que duran ya décadas y que lógicamente cansan a mucha gente que optan por otros partidos y que ante el hundimiento de Cs se van a los extremos: Vox (y a UP que recogió ya hace tiempo a los desencantados sobre todo del PSOE), y segundo, que llamar fascista a sus votantes es tan injusto como llamar perroflautas a todos los que eligen UP.

Personalmente no le veo sentido a que ahora haya en España más indignación que en 2012 cuando estuvimos al borde de la suspensión de pagos y la tasa de paro era 10 puntos más alta, y aunque yo cambiaría muchas cosas, no comparto las soluciones ni de extrema derecha ni de extrema izquierda ni mucho menos las rupturistas pero la realidad es la que es: Casi 7 millones de españoles han optado por estas dos opciones nacionales a las que yo sumaría el Podemos sin Pablo que fundó Errejón y por supuesto Bildu, la CUP y ERC lo que coloca el voto radical (entendido como el más alejado del imaginario centro político) en unos 9 millones de votos en España o dicho de otro modo: la tercera parte de los que votaron en las últimas generales se colocaron en los extremos. Esas son muchas personas y descalificarlas como hacen algunos no es el camino. PP y PSOE deben mejorar por sí mismos para no dejar tantos espacios a la crítica que conducen al éxito de otros partidos, y ambos deben dejar de ser cortoplacistas y entenderse entre sí –en política exterior, ley de educación, estructura del estado, sostenibilidad de las pensiones etc. etc.- en lugar de dar alas a los rivales de sus rivales ya que sus políticas de pactos se les han vuelto en contra: Vox ganó notoriedad por el pacto andaluz, así como Podemos tomó relevancia nacional al darles el PSOE las alcaldías de Madrid y Barcelona hace 4 años.

El bipartidismo está contento porque uno gobierna y el otro está de rebote pero los extremos han crecido como no había pasado desde los años 30 del siglo pasado, y además se alimentan entre sí: da la impresión que cuanto más poder coja UP y más concesiones se hagan al independentismo, más votos ganará Vox. Y estoy seguro que si el PP pudiera formar gobierno con Vox, lo haría para alcanzar el poder al estilo de lo hecho por Sánchez y eso propiciaría, seguramente, más apoyos a UP y rupturistas. Meter a extremistas en el gobierno es un error, quizás Sánchez crea que le dará réditos electorales por el caso portugués pero ni el contexto económico es el mismo, ni tiene en cuenta que allí no hay independentistas que le harán tener que ceder durante toda la legislatura y, quizás lo más importante, no es consciente que Iglesias es más listo que él (y por eso ha conseguido sus objetivos a pesar de llevar varias elecciones perdiendo apoyos). Una vez más, PPPSOE por su incapacidad de resolver sus disputas partidistas buscando puntos de apoyo van a radicalizar más al electorado y a mantener a la economía española por debajo de su potencial porque la inestabilidad política acabará pasándonos factura… si no lo está haciendo ya.

Esta tabla muestra que, según los últimos datos del INE, la mitad de las empresas creadas desaparecen a los 4 años y en torno al 25% ni siquiera dura 12 meses:
Es decir, que si no tienes éxito porque no lo tienes, si lo tienes, padeces un gran rechazo social de una parte de la población y si además de éxito en tu empresa te haces rico, encima aún más gente cree que debes pagar impuestos nivel confiscatorio. No se valora lo suficiente lo difícil que es montar una empresa y que no se vaya todo al traste, lo farragoso y caro que resulta empezar… y mantenerse… y lo importante que es esta labor para la creación de empleo, que -no se nos olvide- es el mayor problema de este país.

El miedo que existe entre una gran parte de la población y la mayoría del mundo económico ante el nuevo gobierno no es tanto (que también) por el convencimiento de que nuestras cuentas públicas empeorarán (de hecho ya lo están haciendo –Sánchez no ha necesitado coaligarse con nadie para ello- y el déficit de 2019 seguro incumplirá las previsiones) ni por la inestabilidad (que también) que se supone en un gobierno de coalición -el primero en esta democracia- con grandes diferencias sobre muchos aspectos y escasa estabilidad parlamentaria que ni siquiera garantiza sacar adelante unos nuevos PGE, ni por el coste –económico y quizás político- de lo que cederán a los diferentes grupos por conseguir apoyos, es sobre todo por el daño que puede haber en la creación de empresas y en la inversión en ellas.

Toda la economía se basa en la confianza y no hay mayor salto de fe en este país que emprender o destinar los ahorros de uno al emprendimiento, propio o de otro, y hay una lógica preocupación sobre este tema. No entro en si tienen o no razón en desconfiar del posible nuevo gobierno, nadie conoce el futuro si bien tranquiliza muy poco que el propio Sánchez dijera no hace demasiado que no podría dormir tranquilo con Iglesias en el gobierno. Sólo constato que uno de los mayores riesgos económicos para España en 2020 es que el nuevo gobierno no inspire confianza. Sin ella no habrá inversión y se reducirá el consumo y el círculo vicioso se completará porque con menor consumo se reducirán los beneficios empresariales y bancarios lo que se traducirá en menos contrataciones y menos créditos lo que llevará a menos empresas y más paro. Y encima el contexto internacional no está ayudando tampoco.

Los políticos deben ser responsables en sus declaraciones, todos aunque especialmente los que se supone formarán parte del nuevo gobierno. Por mi parte les daré un tiempo de cortesía (menos que otras veces porque considero que Sánchez ya lleva el suficiente tiempo en lo más alto, no está a prueba, y la mala gestión de las cuentas públicas que está haciendo ya es un gran punto en su contra) y evaluaré más lo que hagan que lo que digan pero las expectativas son fundamentales. Lo acabamos de comprobar con las elecciones británicas donde arrasó un candidato pro-Bréxit pero el mercado reaccionó positivamente cuando hace 3 veranos la victoria del Sí al Bréxit provocó la mayor caída del Ibex en un solo día de su historia, ¿Cómo se explica eso? Simplemente porque lo cerca que hemos estado de un Bréxit sin acuerdo ha asustado tanto que ahora un Bréxit con un mal acuerdo dirigido además por un mentiroso como Boris Johnson ya no da miedo. Esto, a otra escala, podría pasar con la situación política nacional también.

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