McDonald's, la cadena de restaurantes que empezó en el mundo del cine

   (esta historia no está incluida en mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)

Richard y Maurice McDonald nacieron al principio del siglo XX en el seno de una humilde familia de inmigrantes irlandeses. No se sabe mucho sobre sus primeros años pero sí sobre el por qué se decidieron a emprender: su padre después de 42 años de trabajo en una fábrica de zapatos fue repentinamente despedido. Eso los lleva a buscar futuro en la industria del cine y mudarse a California con el propósito de convertirse en millonarios antes de los 50 años, aunque apenas tenían un diploma de la escuela secundaria. Los dos hermanos sueñan con rodar y producir películas, pero sólo consiguen algunos trabajos mal pagados en los estudios de Columbia. Entonces deciden ahorrar todo el dinero posible para comprar y gestionar un cine. Compran un teatro con 750 asientos ubicado a unos 30 kilómetros de Los Ángeles, cambiaron su nombre de Mission a The Beacon, le añadieron un snack bar y reabrieron sus puertas como cine en 1930. Tras siete años y muchas facturas impagadas deciden venderlo no sin antes convencerse del buen negocio que resultaba la restauración. Así que, tras una etapa en la que venden desde zumos a perritos calientes, deciden abrir un nuevo local en San Bernardino y lo llaman McDonald's Barbeque. Es un autocine: los coches se detienen, piden y reciben comida que les traen chicas en patines (“carhops”). El menú cuenta con 25 platos diferentes; pero entre estas hay una que es la más popular: la hamburguesa. Se primaba la transparencia y confianza, permitiendo que los clientes viesen cómo se preparaba la carne en la parrilla

En 1948, aprovechando el auge económico tras la postguerra, remodelan el negocio y se centran en las hamburguesas, despiden a las patinadoras y empieza el autoservicio. Es el comienzo real de McDonald´s y cuando el menú se reduce a la hamburguesa, las patatas y la bebida. Como innovación adaptan las medidas de la cadena de producción de Henry Ford con una división de tareas similar a la que se proponía en las fábricas de coches: unos asaban hamburguesas, otros armaban los pedidos y otros freían las patatas. Así, los tiempos de preparación y cocción de la comida se reducían tanto que permitía servirla en tiempo récord. Es la base de su famoso sistema “Speedee”, mascota entonces de la marca, y germen de lo que se conoce como “fast food”. Pero como los clientes están acostumbrados a recibir la comida directamente en su coche, la idea no acaba de funcionar. No quieren ser ellos los que vayan al mostrador. Lo que salva a los dos hermanos de un nuevo fracaso son los camioneros, que empiezan a frecuentar el McDonald's Barbecue durante sus descansos laborales. Poco a poco las cosas empiezan a ir mejor y en 1953 abrieron un segundo restaurante en Phoenix, Arizona. Y sigue la expansión.

En 1954, Ray Kroc (emprendedor de origen checo nacido en 1902 y sin estudios) decidió visitar el restaurante de San Bernardino, en el que se utilizaban hasta ocho de sus máquinas para mezclar batidos. Sorprendido por esa cantidad de ventas, Kroc ve el potencial y entra en el negocio de McDonald's, inaugurando el sistema de franquicias: pagaría a los dos hermanos una tarifa por cada nuevo restaurante que abriera, explotar comercialmente su marca y copiar sus métodos. La franquicia crecía y también lo hacían las tensiones entre Kroc y los hermanos McDonald así que en 1961 Dick y Maurice deciden vender y ceder todo el control de su empresa a Ray Kroc (que entretanto ha abierto 228 restaurantes en régimen de franquicia); conservando para ellos sólo el primer restaurante en San Bernardino (rebautizado como The Big M, sin tener ya el control de la marca). Sin perder tiempo, Kroc cambió lo que no le gustaba: eliminó de la marca la mascota Speedee y también se deshizo del gran arco dorado que distinguía al primer McDonald's, aunque decidió conservar el concepto del arco. Contrariamente a otras marcas con franquicias, Kroc insistió en la uniformidad y el control de calidad de todos los restaurantes. Estableció estrictos estándares operativos, desde la preparación de alimentos hasta la limpieza y el diseño de los restaurantes. El objetivo era que cada McDonald’s, sin importar cuál fuera su ubicación, ofreciera la misma experiencia al cliente.

En 1963 crean el personaje de Ronald McDonald, el payaso que se convirtió en el icónico rostro de la marca que buscaba atraer a los niños, y usan la televisión como principal medio publicitario. Aunque no fue hasta 1979 que se lanza el Happy Meal, un menú infantil que incluía una comida y un juguete para así atraer a las familias. Lo que no esperaban es que el Happy Meal consiguiera que marcas y franquicias colaborasen con McDonald’s para ofrecer juguetes temáticos, lo que llevó con el tiempo a ser el producto ideal como estrategia de promoción de estrenos de películas infantiles. Si bien el producto más icónico fue el Big Mac, que se introdujo en la carta de los restaurantes en 1967 por el franquiciado Jim Delligati. Esta hamburguesa está compuesta por dos piezas de carne, queso, lechuga, cebolla, pepinillos y la famosa salsa especial, todo en un pan de tres capas.

Bajo el liderazgo de Kroc, McDonald’s creció rápidamente en Estados Unidos y comenzó a traspasar fronteras. En 1967 abrió sus puertas por primera vez en Canadá y poco después en Puerto Rico hasta lo que conocemos hoy. De los hermanos McDonald, Maurice murió de insuficiencia cardíaca en 1971, y Richard vivió hasta 1998, y siempre sintió que, a pesar de haber fundado el concepto, fue Kroc (que falleció en 1984) quien se llevó todo el mérito y el éxito económico del negocio. McDonald's es una de las cadenas de restauración más grandes del mundo, con más de 40.000 restaurantes en 119 países. El 21 de abril de 1965 salió McDonald´s a bolsa, siendo ejemplo de valor con gran revalorización en el largo plazo, habiendo marcado recientemente máximos históricos de cotización. 

La olvidada London Rubber Company y la historia de la marca Durex

  (esta historia no está incluida en mi último libro La prehistoria, y algo de la historia, de 66 empresas: Nacionales y extranjeras, todas famosas, que te animo a adquirir)

La London Rubber Company era una pequeña empresa fundada en Londres en 1915 por Lionel Alfred Jackson, un inmigrante ruso representante de artículos de peluquería, en una pequeña habitación detrás de un estanco, donde vendía preservativos que importaba de Alemania. Él es el que aparece oficialmente como fundador y creador de Durex pero investigaciones recientes demuestran que el inventor de la “tecnología” fue Lucian Landau, nacido en Varsovia -Polonia- en 1912, y enviado a Londres para estudiar la tecnología del caucho por su familia, formada por pequeños industriales que comerciaban con caucho, perfumes, cosméticos y jabón. Se esperaba que, una vez formado, regresara a Polonia y se hiciera cargo del negocio de su padre pero Jackson le prestó al -jovencísimo- Landau 600 libras para fundar British Latex Products, con el objetivo de suministrar condones a su empresa London RubberJackson -todo apunta a que se benefició de la juventud de Landau- se quedó una participación del 60%. Y poco a poco fue borrando al polaco de la historia. 

La London Rubber Company se convirtió en el mayor productor y exportador de preservativos desechables de caucho del Reino Unido en la posguerra. En 1929 creó la marca Durex como un acrónimo (hoy olvidado por todos) de Durability, Reliability and Excellence. Pero hagamos un salto atrás en el tiempo.

La historia del condón se remonta a miles de años, con evidencias de métodos anticonceptivos y de protección similares en diversas culturas. El condón más antiguo conocido apareció en la tumba del faraón egipcio Tutankamón y está expuesto en el Museo del Cairo. Eso fue hace 3500 años. Como vemos, la idea de utilizar algo entre el pene y la vagina para evitar contacto directo es antiquísima. En el Antiguo Egipto se usaban fundas de lino, en la Roma y Grecia clásicas, se empleaban vejigas o intestinos de animales mientras que en Asia, especialmente en China y Japón, se usaban materiales como papel de seda aceitado y ¡caparazones de tortuga! En Europa, durante el Renacimiento, el médico italiano Gabriele Falloppio (el que dio el nombre a las trompas) describió en 1564 una funda de lino empapada en sustancias químicas para prevenir la sífilis, uno de los primeros registros de un condón con propósito médico.

El término "condón" se atribuye -falsamente- al Dr. Condom, un supuesto médico de la corte de Carlos II de Inglaterra (siglo XVII), quien habría promovido su uso. Es una leyenda y el nombre debe venir del latín “condus” que significa “receptáculo “o de “condere” que significa “proteger” o “esconder “. El caso es que durante siglos los condones de intestino animal se volvieron comunes entre la aristocracia, aunque eran incómodos y no siempre efectivos. La invención del caucho vulcanizado por Charles Goodyear (del que hablamos en su día) en 1839 marcó un hito. En 1855, se fabricaron los primeros condones de caucho, más baratos y accesibles. 

En 1861 apareció en EEUU el primer anuncio de condones en el diario The New York Times. En él se promocionaban los Condones Franceses del Dr. Power. Al cabo de un tiempo, un congresista logró que el Congreso norteamericano prohibiese por ley toda publicidad que incentivase el control de la natalidad y, por ende, el uso del preservativo, veto que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Respecto a España, durante el proceso de revisión y catalogación de una parte de los fondos históricos de la Universidad de Salamanca, se encontraron varios condones de cerdo con una cinta de color azul para ajustarlos. Al parecer eran del s. XIX ya que estaban envueltos en una hoja de periódico de 1857, quizás por algún estudiante de la época que estaba consultando aquel libro de medicina.

Y ya en la segunda década del siglo XX el látex revolucionó todo y los condones se volvieron más delgados, elásticos, desechables y efectivos (hoy los condones vienen en variedades de materiales -látex, poliuretano para alérgicos-, texturas, sabores y tamaños). Durante la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos los distribuyeron masivamente para prevenir enfermedades venéreas pero la London Rubber Company, que ya no pudo importar de Alemania, empezó a tener problemas de suministro (por suerte empezó la fabricación propia en Reino Unido ya en 1932). Es entonces cuando apostó por la modernización y consiguió la automatización total del proceso de fabricación de profilácticos. Con este nuevo sistema, se podía fabricar una mayor cantidad de preservativos Durex en mucho menos tiempo, y además se mejoró la técnica de fabricación de los mismos, lo cual permitía una mayor calidad final del producto. 

Durex fue la primera marca que, en 1953, desarrolló un sistema de testado electrónico de preservativos, algo que aún permanece. En 1957, Durex lanzó el primer condón lubricado del mundo. Esta innovación acabaría siendo introducida por todas las marcas de profilácticos.

En 1962 la London Rubber abrió su primera clínica de Planificación Familiar en el Reino Unido y los condones comenzaron a estar disponibles a través del Sistema Nacional de Salud británico. En 1963 adquieren la estadounidense Julius Schmid Inc. y entran en el mercado americano. En los años 80 la aparición del SIDA disparó su popularidad y en 1987 Durex fue la primera marca que anunció preservativos en televisión. En 1996 puso a la venta el primer pack de preservativos de diferentes sabores. 

En 1999, la London Rubber Company, ya parte de London International Group, se fusionó con Seton Scholl, formando SSL International plc, y en 2010, Durex fue adquirida por Reckitt Benckiser, una multinacional británica que manufactura bienes de consumo masivo en distintos segmentos para el cuidado del hogar, la higiene y la salud, y a la que aún pertenece. Otras marcas famosas que comercializa son el “3 en 1”, el ambientador Air Wick, Calgon contra la cal, el detergente Colon, el limpiador multiuso Glassex, el lavavajillas Finish…

 

 


Desmontando fake news: Lenin no derrocó al Zar

El 9 de mayo es el “Día de la Victoria” para Rusia -es festivo, igual que en Bielorrusia- ya que se conmemora la derrota nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. El motivo por el que en Occidente se celebra un día antes radica en el huso horario diferente:, firmó la rendición incondicional el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 hora central europe es el 9 de mayo a las 0:43 hora de Moscú, ante el Mariscal del Ejército Rojo Gueorgui Zhúkov. En esa conmemoración nadie recuerda que Stalin fue no sólo aliado de Hitler, es que además aprovechó los delirios de grandeza del austriaco para quedarse con media Polonia, violando la soberanía de otro país como en la actualidad Rusia hace con Ucrania. Tampoco la ayuda vital estadounidense para poder evitar tanto la invasión del país como la posterior recuperación del territorio culminada con la entrada en Berlín. Del mismo modo los herederos de la URSS, la actual Rusia de Putin, justifican la invasión de Ucrania ignorando que, al independizarse ésta, aceptaron respetar sus fronteras (Crimea incluida) y a cambio el nuevo país independiente devolvió todo su enorme arsenal de armas atómicas (el tercero del mundo, mayor que el de china entonces) a Rusia. Compromiso roto, evidentemente. 

No es nueva esta política de manipular noticias olvidando datos cruciales. Ya que hablamos de historia y de manipulación de los hechos, quiero aprovechar para comentar de la imagen equivocada que algunos venden sobre lo que ocurrió en Rusia en 1917, ya que estoy seguro que mucha gente está convencida que lo que pasó fue que los bolcheviques, liderados por Lenin, derrocaron al Zar. Y eso no refleja la realidad de los hechos.

La Rusia zarista llevaba un tiempo de decadencia que se aceleró tras la humillante derrota contra Japón que condujo a la llamada Revolución de 1905 en la que destacó que, para sofocar una manifestación pacífica, soldados dispararan contra civiles en San Petersburgo. Tras eso, y aunque no acabaron todas las protestas, el Zar se vio obligado a aceptar reformas, se estableció una Duma (o parlamento parcialmente elegido por votación) y una constitución en 1906 que, no obstante, seguía manteniendo el enorme poder ejecutivo del “Emperador de todas las Rusias”. La Duma se disolvió cuando Rusia entró en la 1ª Guerra Mundial en 1914 aunque el Zar permitió su vuelta en agosto de 1915, si bien ignorando sus opiniones. De este modo, una gran parte del Parlamento se convirtió en oposición al Zar, oposición que creció también entre el pueblo según la guerra empeoró las finanzas públicas y se empezaron a imprimir rublos sin respaldo de oro, lo que disparó la inflación. En marzo de 1917, como pasó en 1905, volvieron las protestas masivas en San Petersburgo y esta vez gran parte de los soldados se pusieron del lado de los manifestantes. El motivo fue el hambre y el desabastecimiento, no había un componente ideológico claro. La Duma creó un Comité que exigió detener a los ministros zaristas y formó un nuevo gobierno al que invitaron al Sóviet pero éstos lo rechazaron por ser “una revolución burguesa”.

El Zar firma su abdicación el 15 de marzo de 1917 (como vemos, los comunistas no fueron los que acabaron con la monarquía absoluta), es detenido y confinado junto con su familia en las afueras de la ciudad. Es sustituido por un gobierno liderado por Kerensky que está compuesto por liberales y conservadores y sin socialistas, pero que escucha sus reivindicaciones. Por ejemplo, por deseo de éstos no mandan al Zar a Inglaterra como era deseo de Kerensky (que, no obstante, los manda a Siberia –zona promonárquica- por temor a que fueran asesinados, algo que tan sólo lo retrasó ya que acabó pasando en julio). Por cierto, el Zar y su familia fueron rehabilitados como víctimas de la represión bolchevique el 1 de octubre de 2008 por el Tribunal Supremo Ruso.

El caso es que el gobierno de Kerensky intenta una reforma política en Rusia que lo equipare a las democracias del oeste de Europa. Entre otras medidas firma una amnistía, extiende los derechos civiles, anula la discriminación religiosa, establece la jornada de 8 horas diarias con igualdad de derechos para las mujeres, decreta la separación iglesia/estado… pero comete un gran error cara al respaldo popular: mantiene a Rusia en la guerra sin valorar lo impopular que resultaba. Por el contrario, Lenin, que vivía exiliado en Zúrich, declara que si llega al poder lo primero que hará es sacar al país de la guerra. Eso hace que Alemania, el más interesado en cerrar el frente oriental, le apoye –hay quien afirma que hasta económicamente- y permite que en abril, y a pesar del estado bélico, Lenin pueda viajar desde Suiza hasta San Petersburgo. Desde dentro del país hace una oposición muy dura contra Kerensky en la que la violencia es habitual.

En octubre del calendario juliano –noviembre según el nuestro- de 1917 Lenin y Trotsky se lanzan oficialmente al asalto al poder no contra el zar (ya depuesto y que acabaría asesinado por los soviets en julio de 1918) sino contra Kerensky, no contra un rey absolutista sino contra un Parlamento que intentaba convertir a Rusia en una democracia. Tienen éxito; sin embargo, Rusia es muy grande y estos hechos provocaron el inicio de una trágica Guerra Civil que duró el doble que la nuestra, casi 6 años (hasta el 30 de diciembre de 2022 no se fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Nadie sabe si hoy Rusia estaría peor o mejor si no hubiera habido Revolución (lo más exacto es llamarla Guerra Civil) Rusa. Lo importante es conocer los hechos y luego que cada uno tenga la libertad de opinar sobre ello. Por suerte, no vivimos en la URSS y hay posibilidad de hacerlo.

ALSA, de Luarca a conquistar las carreteras españolas

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