Hoy Powell hablará en la reunión anual de jefes de bancos centrales organizada por la Fed que habitualmente se realiza en la pintoresca localidad de Jackson Hole, Wyoming, al pie de los imponentes montes Grand Teton, pero que en esta ocasión se hará en forma virtual. Mientras tanto, la Fed está concluyendo una revisión exhaustiva de su política monetaria. Si bien anunciaría las conclusiones en su próxima reunión en septiembre, es probable que Powell dé algunos anticipos en su discurso.
Durante décadas, la Reserva Federal se ha mostrado siempre dispuesta a elevar las tasas de interés a la menor señal de un aumento de la inflación. Historia antigua. En una señal de los enormes cambios sufridos por el panorama económico estadounidense, el presidente Jerome Powell estaría a punto de emitir un mensaje completamente distinto: que la Fed dejaría su tasa de interés referente casi en cero a pesar de que la inflación ha superado el nivel aceptable para el banco central, al menos durante un tiempo.
El trasfondo es una economía enferma en las garras de una pandemia viral. La economía estadounidense se encuentra en un momento delicado. El desempleo ha pasado del 10% y alrededor de un millón de personas están solicitando asistencia pública debido a su falta de trabajo cada semana, aun cuando el monto del subsidio ha ido disminuyendo. La confianza del consumidor está casi en mínimos. Si bien van en alza el mercado bursátil y las ventas de viviendas, la economía está en dificultades y millones de personas enfrentan la posibilidad de ser expulsados de sus viviendas.
Hay una expectativa generalizada (en la sesión de ayer tanto el S&P500 como el Nasdaq marcaron nuevos máximos históricos) de que la Fed esté a punto de adoptar una política más flexible para permitir que la inflación supere el blanco del 2% anual durante algún tiempo para compensar los años de inflación inferior a ese nivel.
Se llama “inflación objetivo promedio”. El mensaje que quiere enviar la Fed es que su tasa referente —que afecta muchos préstamos a empresarios y consumidores— seguirá en un nivel ultrabajo durante años. La novedad es que la Fed está dispuesta a aceptar un nivel de inflación que no hubiera tolerado en el pasado.
Además, Powell podría mencionar otras medidas que el banco central o que el Congreso podrían tomar. Como ha hecho en el pasado, Powell hacer un llamado al Legislativo para que deje atrás sus diferencias y amplíe el paquete de un billón de dólares en asistencia a individuos, escuelas, pequeños negocios y gobiernos estatales.
El discurso de Powell ante líderes de los bancos centrales del mundo usualmente es una cita exclusiva a la que sólo unos pocos reciben invitación. Pero este año se transmitirá por el canal de YouTube de la Reserva Federal de Kansas City, la entidad anfitriona.
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